Vida y muerte de una muchachita utopica...
La blancura cansada del techo no tiene nada que contarte. No se pueden encontrar en él figuras dibujadas por el juego de luces y sombras de la oscuridad nocturna.
Me pregunto que estarías pensando en ese momento.
18 inviernos luchando por las cosas equivocadas, peleando por razones incorrectas, búscando explicaciones inexistentes...
Los ruidos lejanos despertaron de su letargo a los hijos que aun no tienes pero que caminan por tu piel y rozan las afiladas esquinas de tu imaginación desde que eras niña.
Dormirás esperando que los ruidos externos encubran los murmullos de tus miedos y tus demonios, y te despertarás con la realidad quemándote las entrañas: jamás existió lo que crees haber perdido y tanto buscas.
-Ya no hay nada en que afanarse-
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