Camino del espejo...

El poema que no digo,
el que no merezco,
Miedo de ser dos
camino del espejo:
Alguien en mí dormido
me come y me bebe.

Alejandra Pizarnik

No es necesario que me leas... Tú sabes que esta llaga siempre renace en septiembre cuando las hojas ya empiezan a cubrir el piso cegando momentáneamente con un lúcido resplandor. Y precisamente hoy me di cuenta de que ya empiezan a soltarse de los árboles...

Me gustaría poder sentarme y tomarme el tiempo para explicártelo de una manera atenta y delicada. Pero no puedo, no puedo porque lo único que quiero es gritar hasta estallarme los pulmones.

Sigues haciendo los mismos gestos que el año pasado – ¿o fue hace más de un año?-... (agachar la mirada para secarte las lágrimas). No empañes tus ojos color vida por estás nimiedades, Raziel.

Pero, cuéntame, ¿tu cómo le hiciste para continuar con este delirio y catastrófico vacío existencial?, ¿Acaso te reventaste las venas? Porque sabes qué, yo ya no reconozco ni mi sombra.

Déjame contarte algo; estoy triste, siento que algo dentro de mi murió, siento que todo está licuado y triturado...


Tu me conoces bien así que supongo que con estás pistas deducirás todo lo que ha pasado.