Ya casi no recuerdo tu nombre...

¿Y que quieres que te diga?!!!


Qué es cierto que siempre se debe de estar embriagado de algo para que la realidad sea un poco más soportable y el desgarrador paso del tiempo no la transforme en una bazofia ante nuestros ojos...


Te diré que cuando me paré frente a ti comprendí la rabia y la desesperación que arrojan al borracho a ingerir el primer trago... La execrable, ominosa y detestable cobardía/valentía que domina a la razón para transigir unas gotas de vida manchar de rojo la muñeca...


¿Te hice daño chéri?


No puedo evitar sentir ese repulsivo sentimiento de culpa al verte, al ver esas perlas cristalinas... esa lluvia del alma brillar tenuemente y humedecer tu mirada.


Cariño yo también estoy sufriendo... A mi también me gustaría gritar, pero callaré aunque todo lo que llevo en el alma está licuado y triturado, toleraré todo esto sólo por ti.


¿Me perdonarás si mañana no me atrevo a venir a verte?


FRASE DEL DÍA: “Quizás te diga un día que dejé de quererte,
aunque siga queriéndote más allá de la muerte;
y acaso no comprendas en esa despedida,
que, aunque el amor nos une, nos separa la vida.” J.A.B.


MURMULLOS: ¿Me creerías si te dijera que ya no recuerdo tu nombre? -¿no?- “Aquí, sin ti, ya sé lo que es la muerte, pero no te lo digo para no entristecerte...”